La flor que nace, el pétalo que vuela, el ave que come, el predador que mira, el viento que sopla… el viento que calla, el predador que come, el ave que mira…
Mira el pétalo que vuela, y la flor que nace, y yace… boca arriba; mira el cielo que no brilla más, y que ya no recorrerá jamás…
El predador que come, el cuervo que mira y sonríe de felicidad; mientras, el pétalo vuela, las flores nacen y el viento espera.
La bala perdida, el cuervo y el predador yacen, y miran, no sonríen, el viento sopla y la muerte se alza en pos de victoria, mientras el tiempo mira la flor que nace y se sabe ganador… la muerte nada tiene que hacer con él…
La flor que nace, el pétalo que vuela y el ave…
Eso le explica Edgardo a su pichón en el porche de su casa, con vista a la planicie del campo una tarde… donde el tiempo y la muerte jugaban truco en el jardín de su casa, y él… él les cebaba mate.
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