Por más que ansíe no ansiar, ansío. Y así aparece lo uno que me apasiona, y luego viene lo otro que también lo hace.
Más tarde (pero no tan tarde como para ser un luego), aparece lo otro otro y relega el otro anterior: la cadena se pierde en el continuo tiempo.
Sin embargo, en ocasiones redescubro lo uno, lo otro o lo otro otro y vuelvo a empezar.
Estas cosas que van y vienen, este amor por las cosas interesantes es mi mejor virtud y mi mejor defecto.
eternamente buscando...
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