Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.
Mi querido amigo y faro creativo!
ResponderBorrarqué puedo decir más que decirte que disfruto,siempre, ya sea obra Tuya o de un Grande como Borges de todo lo que compartís en este espacio. Y sólo me resta desearte todo el TIEMPO que puedas robarle al día para seguir soñando!!!
Muchas Felicidaes!!! y un mejor, siempre mejor,Nuevo Año! Besoooo
Gracias Veropor tu palabras...
ResponderBorrarsiempre reconfortantes, siempre mentirosas jaja...
Mi deseo para el año entrante es poder leerte y que empieces con un blog o algún proyecto creativo de tu lado...